Teoría del Ciclo vital
Dicho
enfoque estudia e investiga el desarrollo desde la perspectiva
tridimensional la cual todas las personas tienen que enfrentar a medida que van
ocurriendo diferentes situaciones vitales con el paso de los años. Las
dimensiones son:
-
Crecimiento
-
Mantenimiento
-
Regulación de la pérdida
- El
crecimiento psicológico significa que el desarrollo alcanza unos niveles de
funcionamiento cada vez más complejos y precisos.
- El
mantenimiento psicológico significa la posibilidad de mantener los niveles
de desarrollo alcanzado incluso en situaciones de riesgo.
- La
regulación de la pérdida significa reorganizar el funcionamiento
psicológico en función de las pérdidas que han ocurrido.
En todas
las etapas de la vida estos factores están presentes y en cada etapa su función
es mayor o menor, por ejemplo, mientras en la vejez, el factor de regulación de
la pérdida es el factor predominante, en las primeras etapas de la vida es
el de crecimiento.
Estas
tres dimensiones influyen en el funcionamiento y en la percepción de la
vida de cada persona, influyen en el interés y en las razones para seguir
viviendo, y a su vez están en relación con los hábitos y estilos de vida que se
adoptan durante la vida anterior a la vejez, así como a las diferentes
enfermedades que se han producido en décadas anteriores a dicha etapa.
A estos
tres factores se unen los procesos vitales de adaptación a la vida, a la
sociedad y cultura en la que se desarrollan las personas. Dichos procesos son:
1)
Selección: Las elecciones que se realizan durante la vida
2)
Optimización: El proceso de maximizar las posibilidades de desarrollo
personal-laboral
3)
Compensar: El proceso para reparar o ajustar las pérdidas
Mientras
que la selección y la optimización son procesos principalmente de la juventud y
madurez, la compensación es básica en la vejez. Irremediablemente en la
vejez se producen pérdidas cada una de las cuales desemboca en la propia
muerte.
Estas
pérdidas tienen que elaborarse y adaptarse a la nueva forma de vida, por
ejemplo realizando actividades que requieren una energía diferente a las
actividades que hasta ese momento se realizaban. Existen también otro tipo de
pérdidas que no podremos compensar cambiando los hábitos y estilo de vida,
y en esos casos se precisa de ayuda y ajuste que compensen necesariamente esas
pérdidas para poder vivir, es el caso de contratar a personas que ayuden a
ejecutar las actividades cotidianas que ya no son viables en una etapa de
desarrollo como es la vejez, desde el aseo personal a la limpieza general del
hogar, con las diferentes necesidades de cada persona.
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